9 tips para mantenerte despierto en el trabajo

Cuando hablamos de hábitos de vida saludables, se suele hacer hincapié en la alimentación y el ejercicio físico. Sin embargo, dormir bien es otro factor clave y positivo para nuestro organismo. En la noche, mientras descansamos, se produce un proceso de regeneración de tejidos que ayuda a mejorar nuestra capacidad de atención, aprendizaje y creatividad; mantener la memoria sana; regular hormonas como el cortisol o la insulina; y potenciar el sistema inmunitario para superar con éxito cualquier enfermedad.

En cambio, la mala calidad del sueño o el privarnos de dormir pueden tener graves consecuencias sobre nuestro estado físico y mental, alterar funciones del organismo, disminuir el rendimiento intelectual, reducir nuestra esperanza de vida, cambiar nuestro estado de ánimo y afectar nuestra jornada laboral.

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Entonces, ¿cómo mejorar nuestro horario de sueño y evitar la falta de energía en nuestro trabajo? Toma nota a los siguientes consejos y te invitamos a ponerlos en práctica:

1. Toma una ducha: después de estar cómodamente en un ambiente cálido bajo la ropa de cama, un excelente truco para quitarte el sueño por la mañana y empezar el día con energía es tomar un baño con agua fría al levantarte. El cuerpo reacciona con un aumento del ritmo cardíaco que activa tu circulación sanguínea y libera adrenalina. Pero si esta idea no te suena muy atractiva, puedes probar empezar con agua tibia y justo antes de salir darte un golpe de agua fría para despertarte.

2. Lávate la cara: si estás en el trabajo, no puedes correr a bañarte cada vez que el cansancio se apodera de ti. Por eso, una buena opción es lavarte la cara con agua fría para refrescarte y activarte.
   
   
3. Consume alimentos estimulantes: una taza de café, una barra de chocolate negro o un poco de té son unos buenos remedios caseros para la sensación de sueño. Estimularán tu sistema nervioso y te darán un impulso de energía, gracias a la producción de endorfinas. ¡Pero evita los excesos! Sin moderación, estos alimentos pueden ocasionar problemas de salud.

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2. Activa tu cuerpo: la actividad física es una gran aliada para mantenernos despiertos. Promueve la liberación de endorfinas, nos ayuda a sobrellevar el día y dormir mejor por las noches. Además tiene efectos en el sistema nervioso central, permitiendo comunicaciones más eficientes y rápidas entre diferentes áreas cerebrales.
   
   
3. Come ligero: Las comidas cargadas de azúcares, grasas y carbohidratos pueden dificultar nuestra digestión y crear una sensación de pesadez. Elige cuidadosamente todas tus comidas, desde el desayuno hasta la cena, y especialmente el almuerzo para evitar tener sueño después de comer.
   
   
4. Socializa con tus compañeros: la mayoría de las personas se siente mucho más despierta después de una buena charla. Hablar durante un par de minutos te ayudará a estimular tu cerebro, además de conocer a tus colegas y entablar buenas amistades.
   
   
5. Hidrátate: la deshidratación tiene importantes consecuencias sobre nuestra salud y puede afectar procesos mentales como la memoria, el aprendizaje o la capacidad de atención. Recuerda consumir entre 1.5 y 2 litros de agua al día para mantenerte saludable y reducir la sensación de fatiga.
6. Sal a caminar: Tómate unos minutos para salir a dar un paseo y despejar tu mente. El ejercicio al aire libre nos permite recibir luz natural que ayuda a elevar nuestros niveles de vitamina D y B, protegiendo así nuestro sistema inmunitario.
   
   
7. Duerme mejor: Por más obvio que suene, la mayoría de las personas necesitamos descansar 7 u 8 horas todas las noches. Cuando dormimos menos de lo recomendado, es normal tener sueño, sentir falta de energía y experimentar una disminución en nuestra productividad laboral.
   

La clave para permanecer despierto durante el día es, precisamente, evitar el desvelo y dormir mejor durante la noche. Pero, ¿cómo lograr unas condiciones óptimas para el descanso? Te contamos.

• Procura irte a la cama a la misma hora y evita la televisión, ordenador o móvil al menos 2 horas antes de dormir. Créenos, las redes sociales o ese correo pueden esperar al día siguiente.
• Adapta el ambiente. Duerme en una habitación cómoda y silenciosa. También debes emplear varias capas de ropa de cama, preferiblemente transpirable ante los cambios de temperatura de tu entorno. Algunas personas aromatizan su almohada o ropa de cama con aceites esenciales, flores o hierbas como el eucalipto, la manzanilla, el azahar o el lúpulo para reducir los nervios, relajarse y favorecer el sueño.
• Reserva las últimas horas del día para actividades relajantes como leer un libro, meditar o practicar ejercicios de respiración que te ayuden a ir a la cama sin preocupaciones ni ansiedad.
  

Si la dificultad para conciliar el sueño se ha convertido en un problema recurrente para ti, y aunque has puesto en práctica algunos de estos consejos no consigues resultados, lo mejor que puedes hacer es buscar atención médica. 

En algunas ocasiones, tras analizar el caso, los especialistas pueden recetar melatonina para inducir el sueño. Pero, ¿qué es la melatonina? Se trata de una hormona que interviene en el ciclo del sueño. Es la encargada de regular nuestro reloj biológico y provocarnos el sueño por las noches. 

A pesar de que normalmente es producida de forma natural por nuestro cuerpo, hay una serie de casos en los que debe ser suministrada bajo atención médica, como por ejemplo ante:

1. Alteraciones del ritmo circadiano, encargado de regular nuestro reloj biológico e indicarnos cuándo dormir y cuándo despertar.

1. Cuando viajamos a un país con un huso horario distinto, nuestras horas de sueño se pueden ver alteradas. Se le conoce como Jet-lag y este puede afectar la calidad del sueño.
2. Ajuste del ciclo sueño-vigilia, principalmente, en personas que trabajan en horarios nocturnos.

Ahora que conoces la importancia de un buen descanso, te invitamos a romper con los malos hábitos del sueño para lograr una jornada laboral productiva y llena de energía.