Maxwell Maltz fue un reconocido cirujano plástico egresado de la Universidad de Columbia que durante la década de los 50 descubrió un (curioso) patrón en sus pacientes: a todos les tomaba 21 días en acostumbrarse a su nuevo aspecto. También notó que el síndrome del miembro fantasma en las personas con alguna amputación, seguía el patrón de los mismos 21 días. “Muchos fenómenos tienden a mostrar que se requiere de un mínimo de 21 días para que una imagen mental establecida desaparezca y surja una nueva”, escribió en su libro Psico Cibernética: el secreto para mejor y transformar tu vida (un libro de autoconocimiento que ha vendido millones de copias). Waltz también afirmó que actuamos -y sentimos- de acuerdo a la imagen que hemos creado de la realidad y que los hábitos se generan del mismo modo; la imagen que las personas tienen de sí mismas y sus conductas tienen una estrecha relación. Por ende, al cambiar la imagen, seguramente cambiarán los hábitos.
La investigadora en Psicología de la University College London, Phillipa Lally, publicó en la Revista Europa de Psicología Social un artículo que explica de manera sencilla el proceso de formación de un hábito en la vida diaria. ¿Cuál es el secreto? En su estudio, descubrió que un factor clave es la motivación. Mary Viñas, psicóloga y fundadora del método de coaching Beecome lo explica de esta manera: “lo que quieres convertir en un hábito, debe conectarte con algo que realmente te motive. Los hábitos se crean con aquellos objetivos y valores con los que te sientas identificado. No sirve de nada querer hacer ejercicio si eso no está conectado contigo. Si algo no te gusta ni te apasiona, por mucho que lo hagas muchos días seguidos —como indican algunas teorías—, lo acabarás abandonando porque no le encontrarás el sentido”. Resumen: es importante encontrarle el sentido a lo que hacemos (o queremos empezar a hacer) para darle respuesta a la pregunta ‘¿para qué lo hago?’ y no ‘¿por qué lo hago?’.
Si te estás preguntando por qué un mal hábito es más fácil de adquirir, Viñas agrega que por lo general los nocivos producen placer a un corto plazo y que el humano tiende a preferir la inmediatez a los beneficios a mediano y largo plazo que pueden surgir de un hábito saludable. Pero ojo, si el nuevo hábito tiene alguna relación o está ligado a un valor importante para ti, créenos que no te costará trabajo realizarlo.
Entonces, ¿el método de los 21 días es una farsa? No es un rotundo no, pues al realizar alguna actividad y repetirla de manera constante hará que tu actividad neuronal se modifique creando nuevos patrones de conducta automática. Recuerda que la determinación y la voluntad son parte crucial de este proceso; ya el tiempo, sean 21 días o mas, hará de las suyas.
Uno de los mejores hábitos que puedes tener es hacer ejercicio y qué mejor que hacerlo en la comodidad de tu casa. Por eso Siclo+ es el aliado IDEAL para que ejercitarte se convierta en un hábito diario. Con tu suscripción mensual podrás tomar clases de Síclo, BALA, Erre Barre, Kéntro y Yo. Así va a ser regalado que te acostumbres a hacer ejercicio.